Al igual que la exposición de los Héroes de Márvel, el montaje trekkie del museo se daba en un lugar muy pequeño: apenas tres habitaciones grandes. Pero ahí acaban las semejanzas, ya que la exposición de Star Trek estaba destinada a un público más adulto que la de Marvel, como se puede observar en la foto.
La ambientación estaba muy lograda, gracias a los pósters y ¡a la colección de disfraces y equipo originales empleado en el rodaje de la serie y las películas!
Aquí veis a mi amigo Paul con el traje que lleva el villano de la última película.
Para mí, que nací a finales de los 80, y por tanto no pillé a Star Trek en su momento de máxima gloria, me sorprendió la información sobre la serie.
¿Sabíais que, tras haber sido cancelada, la serie fue relanzada con nuevas temporadas debido a las insistentes cartas de los fans (o, mejor dicho, frikis)? ¿Sabíais que fue una serie adelantada a su época, al ser la primera serie en usar teléfonos móviles o grandes pantallas, las cuales no se habían inventado todavía? ¿Sabíais que desafió las costumbres de su tiempo, al integrar tripulantes blancos con negros en la Enterprise? ¿Sabíais que la máquina de teletransportación, icono de la serie, se concibió porque no había presupuesto para rodar aterrizajes y despegues de naves espaciales?
Estas son pocas curiosidades de tantas que se podía aprender en torno a la serie. Por ejemplo, el diseñó de los uniformes, con sus famosas costuras, se debe a que una de esas costuras ocultaba una cremallera, ¡por eso llevaban los uniformes tan ceñidos al cuerpo!
Star Trek fue una serie que aprovechó al máximo los recursos de su época. Sabía qué detalles podían captar una cámara y qué no. Por eso los aparatos y decorados, vistos en el museo, parecen muy simples, pero en la pantalla parecían complejos.
Incluso rodaban las escenas de naves espaciales con maquetas gigantes, añadiendo estrellas al fondo )aunque esto cambió con la llegada del diseño digital).
La última cosa que daba un gran ambiente a la exposición es que incluía una reproducción del centro de mando de la Enterprise, que incluso simulaba un vuelo espacial.
Aunque no lo parecen, ¡Los botones son pegatinas! Eso sí, lo que se ve en la pantalla se movía.
Había una muy vieja serie de dibujos animados, llamada Pingüinos Revoltosos, que homenajeaba a Star Trek en un episodio. He aquí mi homenaje a ambas series.
Como dije en mi anterior post: la entrada al museo costó 7,5 euros, pero aprovechamos bien las 2 horas que estuvimos en ver la exposición de Marvel y la de Star Trek. Puede parecer caro, pero si lo piensas, ir al cine te cuesta más o menos lo mismo. Merece la pena. La exposición estará abierta hasta febrero, con lo que si te pasas por Valencia ya sabes dónde ir.