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viernes, 29 de mayo de 2009

¿Se acabó?

Estaba claro que no podía acabar así. El orgullo friki sigue dando que hablar cuatro días después.

Os dejo aquí una editorial que un amigo mío, estudiante de 3º de periodismo y muy antifriki, hizo en las prácticas de su carrera hace unos días. Qu conste que lo que dice él ya lo decía yo en Factor F 2. Nótese cómo cita cosas frikis sin tener ni idea, por las palabras que usa (¿"Los Warhammers"?). Además, le puso de nombre a su artículo "Factor F" como tributo a este blog:

OJO A VIZOR
Lavomot

Factor F

25 de mayo, Día del Orgullo Friki. Una idea surgida en Madrid que ha sido exportada a más ciudades de España e incluso al extranjero. Una fecha señalada por ser el día en que dio comienzo la saga de Star Wars y porque en 2001 murió Douglas Adams, autor de la Guía del autoestopista galáctico. Posiblemente, estos datos no digan nada a muchos. A otros puede que les provoque cierta repulsa. Pero hay gente a la que sí le importa. Miles de personas se congregan cada año en la Plaza del Callao, de Madrid, o en la Plaza Cataluña, de Barcelona, para reivindicar su condición de friki sin que nadie les mire con mala cara. La palabra “friki” se utiliza para referirse a una persona de comportamiento fuera de lo habitual, interesada en un tema o hobby del que se considera fanático. Ser un treky, un geek o saberlo todo sobre los Warhammer son algunos ejemplos de quienes son identificados con ese término.
Una de las reclamaciones de estos llamados frikis es que no son tan diferentes del resto del mundo. Además, se atreven a atacar al gran tema de conversación de nuestro país: el fútbol. No se cortan al afirmar que pasar toda la tarde del domingo, o incluso el fin de semana entero, semana tras semana, pegado a la radio, al multipantalla o a la calculadora, es una conducta que no entra en todas los razonamientos. Efectivamente, no todos son capaces de comprenderlo pero son pocos quienes lo ven como extraño. Ver a una hinchada ataviada con los colores de su equipo no es lo mismo que ir disfrazado de Son Goku por la calle; dejarse la garganta con los cánticos de apoyo no puede compararse a conocer el dialecto pársel, como Harry Potter. El fútbol, además de ser el deporte rey, es la afición por excelencia. Miles de millones de personas lo siguen y saben qué es tener el sentimiento de apoyar a un equipo en concreto, por eso no se puede hablar de frikismo, ya que el comportamiento seguido por toda esa gente no está fuera de lo habitual.
Parece que por ahora no va a cambiar nada. Los frikis seguirán viéndose a ellos mismos como unos incomprendidos, seguidores de unas aficiones de las que se sienten orgullosos, mientras el resto de personas, adictos al fútbol incluidos, continuarán considerándolos como bichos raros que tratan de manifestarse cada 25 de mayo y siempre que pueden, de forma lícita o ilegal, vestidos con sus mejores galas de habitante de la Tierra Media o imitando la voz de Darth Vader.

¡Y seguimos con los plagios! Estas entrevistas bien habrían cabido en la primera parte de Factor F...

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