Visita al museo de las ciencias en Valencia, Parte 1

Este verano me he ido a Valencia en el mes de Agosto. Consulté el calendario friki de eventos , pero para mi desgracia, Valencia no albergaba ningún acontecimiento de este tipo este mes. No obstante, el museo de las Ciencias de Valencia abrió sus puertas al público friki con nada más ni nada menos que ¡2 exposiciones temáticas para fans! La primera estaba anunciada como "Los héroes de Marvel y la Ciencia". La segunda era una monografía de Star Trek. Viendo el percal, un amigo friki mío y yo decidimos ir allí a ver que había. En esta entrada me centraré en la primera exposición.

La sensación nada más llegar allí no era la que se tiene al entrar en un evento friki, ya que, más que gente disfrazada, había padres con sus hijos.

El ambiente estaba muy logrado: había esculturas de los héroes de Marvel a tamaño real. Las figuras no gozaban de una calidad formidable, pero daban el pego.

Como todo museo de las ciencias que se precie, las atracciones eran interactivas. Constaban de una breve presentación acerca de la biografía del héroe a tratar, y un abreve esplicaciñon cintífica anexa. Por ejemplo, comparaban los poderes de la Antorcha Humana con el calor generado por nuestro cuerpo, o enseñaban el punto ciego del ojo humano usando una imagen de la Mujer Invisible.

Aquí vemos a nuestro amigo Paul generando calor.

Asímismo, Lobezno era una ocasión de enseñar qué prótesis nos ponemos los humanos, y la atracción del Dr. Octopus te metía en la piel de las personas que usan implantes biónicos, obligándote a atar unos cordones de zapatos ocn unas piza largas: yo desistí en el intento.

La atracción del Hombre de Hilo no funcionaba. Al parecer, si la tocabas más de tres segundos, te podías quedar sin dedo...

Aquí vemos un ejemplo de cómo se trataban someramente la biografía de los héroes, y cómo se explicaba en qué consistía la atracción.

Esta es la atracción del ejemplo anterior. La verdad es que no me enteré de qué iba muy bien...

El miembro de los X-Men Banshee servía para aprender sobre el potencial de la voz humana, y para pasártelo bien gritando a un centinela.

Pese a lo bien montado que estaba, la expoción había sido enfocada a un público infantil, con lo que me supo a poco. Sin embargo, pude realizarme contemplando la galería de ilustraciones y sacando fotos a las figuras gigantes.

La entrada al museo eran 7,5 euros (y me dijeron que no había descuento por entrar disfrazado), pero esta no es la única exposición a la que asistimos. En conjunto con la de Star Trek, la experiencia mereció la pena

Una lástima no haberme lleado el uniforme oficial de Mister F